Son muchos los motivos por los cuales nos aventuramos a practicar yoga. Puede que quieras ser más flexible o más fuerte o simplemente porque te lo recomendaron para relajarte. Quizás te interesa el yoga como una rutina de fitness o talvez te sientes atraído o atraída por el aspecto espiritual. Sin importar cual sea tu motivación será inevitable que experimentes cambios y por ello es importante que tengas ciertos aspectos en consideración.
Practicar Asana no es lo mismo que practicar Yoga. El Yoga es un término en sánscrito que proviene de la raíz yuj, que significa Unión, así, a grandes razgos, el camino del yoga tiene el propósito de liberarnos de nuestros bloqueos y sufrimientos para reconocernos en Unión con la totalidad. El camino del Yoga comprende distintas prácticas además del Asana, como respiraciones, meditación, y mucho, mucho más.
Asana significa literalmente "asiento confortable", es decir, cuando nuestro cuerpo entero concentra su energía en alineaciones, principios biomecánicos y acciones musculares que nos permiten "sentarnos" en una postura sin hacernos daño y recibiendo todos sus beneficios, al tiempo que respiramos de forma consciente mientras la mente se libera del flujo de pensamientos en el que vive constantemente. Así, encontramos un estado de quietud mental para experimentar el momento presente. En pocas palabras, el Asana es una herramienta de enfoque. No se limita a la concentración de la atención sino que además permite empezar a mover la energía de diferentes planos de nuestra existencia. Pero el asana por sí misma, sin un trabajo de expansión de la conciencia, no generará una transformación, simplemente nos prepara para ello.
¿Cómo puedo saber qué tipo de yoga practicar? Para escoger el estilo que más se adapta a tus necesidades, es probable que quieras experimentar con distintos instructores. Existen prácticas dinámicas como el Ashtanga, el Vinyasa Flow, Rocket Vinyasa®, o las que son menos fluidas y más enfocadas en alineación y permanencia como el Hatha, el Iyengar, el Anusara®. Existen estilos que se enfocan más en el trabajo energético como el Yoga Kundalini. Encontrarás también clases donde se fusionan distintos estilos, como Yoga Aéreo, Yoga-Danza, AcroYoga®. Inclusive, actualmente es posible encontrar una gran variedad de clases en línea. Encontrar el tipo de práctica con el que te sientes más identificado te llevará también a comprender algo más sobre tí mismo.
Pero entonces ¿puedo aprender con videos?
Desde mi perspectiva, las clases online son una excelente herramienta complementaria que se adapta a las necesidades de la vida moderna donde el tiempo, el desplazamiento y la disponibilidad juegan un papel importante en el compromiso de un alumno o alumna con su práctica de yoga. Sin embargo, para un principiante, dichas clases como método exclusivo de aprendizaje, pueden tener un efecto contraproducente. Sea cual sea el estilo que decidas practicar, es de suma importancia que lo hagas con la guía de un maestro o maestra en clases presenciales donde puedas comprender y experimentar las alineaciones de forma integral.
En cualquier práctica física o disciplina existe la posibilidad latente de lastimarte o lesionarte, y la práctica de asana, no es la excepción. Sin embargo, si practicas siguiendo las alineaciones adecuadas y bajo la guía de un instructor o instructora calificado(a), dichas posibilidades se ven reducidas.
El cuerpo fácilmente crea vicios y replica comodidades. Aunque entiendas mentalmente las acciones, éstas no quedarán impresas en el cuerpo hasta que se repitan una y otra vez. Por ello la importancia de asistir a una clase presencial, pues la repetición, tanto de la instrucción como de la acción, es la que permite registrar la información en la memoria celular. Toma tiempo transferir la información del entendimiento de la mente a la ejecución del cuerpo.
Una vez que empiezas a asimilar la información en tu cuerpo, no veo ningún problema en tener una práctica en casa utilizando clases en línea o videos, siempre y cuando practiques también con un profesor o profesora de forma presencial para trabajar de forma disciplinada y constante, las acciones que tu cuerpo necesita mejorar o refinar. Así que, encuentra tu estilo de yoga, busca un instructor o instructora con quien te sientas a gusto... y a practicar!